Carpa frita con mantequilla (¡sin huesos!)
En mi familia, el plato principal de Nochebuena es siempre la carpa frita. Y déjame decirte que si no me gusta el pescado frito y rebozado, me encanta la carpa y lo espero todo el año.
Sin embargo, soy consciente de que a muchas personas no les gusta la carpa. Las razones que suelen dar son un sabor «viscoso» y muchos huesos. Cuando se trata de sabor, nunca he tenido ningún problema con eso. Siempre me gustó la carpa y nunca sentí sedimentos en ella. Creo que el problema principal es simplemente una buena fuente de suministro. Sin embargo, a los que no estén convencidos, les recomiendo salar los filetes, espolvorearlos con jugo de limón y sumergirlos en leche.
En cuanto a los huesos, estos pueden quitarle el placer de comer incluso a los más sabrosos. Y esta es la forma 🙂 La forma es cortar los filetes a través de los músculos. Densamente, cada 2-3 mm (¡no con menos frecuencia!). En algunos lugares puedes comprar filetes ya hechos cortados así (por ejemplo, Makro), pero también puedes hacerlo tú mismo. Así lo practicamos en nuestra familia desde hace varios años, también lo mencionaron en uno de los episodios de Top Chef;) Es, en mi opinión, un descubrimiento totalmente brillante, porque el consumo de filete previamente cortado es puro placer. Todos los molestos y diminutos huesos se vuelven completamente imperceptibles al comer. Sucede que para 1 filete grande alguien encontrará un hueso más grueso que se ha escondido en algún lado del costado. ¡Y eso es todo! 🙂
Puedes freír una carpa enmarcada en aceite, pero es aún más sabrosa cuando usas mantequilla clarificada 🙂 ¡La mantequilla siempre hace un buen trabajo!
Te recomiendo todas estas formas y trucos. La carpa es un pescado realmente bueno, sabroso y elegante si se maneja correctamente 🙂
CARPAS FRITAS CON MANTEQUILLA (SIN HUESOS)
(4-6 porciones)
2 filetes de carpa,
Leche,
jugo de limon,
sal,
2 huevos,
harina,
migas de pan,
mantequilla clarificada para freír
La víspera de Nochebuena, lava los filetes y sécalos con toallas de papel. Con unas pinzas, retire los huesos más grandes de los filetes, puede sentirlos debajo de sus dedos. Utilice un cuchillo grande y muy afilado para hacer incisiones transversales en la carne, cada 2-3 mm, teniendo cuidado de no cortar la piel. Espolvorea los filetes cortados con sal y espolvorea con jugo de limón. Ponlos en un bol y vierte sobre la leche para que queden cubiertos. Dejar reposar en el frigorífico durante aproximadamente un día.
Justo antes de servir, retirar los filetes de la leche y dividirlos en porciones (cada filete en 2 o 3 piezas). Agregue la harina, el huevo batido y el pan rallado. Freír en mantequilla caliente por ambos lados a fuego lento.
Poner los filetes fritos en una fuente de metal o cerámica y meter al horno precalentado a 70-80 grados C y mantener hasta que se sirva en la mesa.