Bolas de masa con espinacas, tomates secos y queso feta

Las albóndigas de espinacas son, junto a las rusas, definitivamente mis favoritas. Y no importa si contienen relleno de espinacas y requesón, o un relleno un poco más elegante.
Esta vez puse las espinacas con queso feta y tomates secados al sol. Gracias a esto, las albóndigas adquirieron carácter y distinción. El conjunto se adorna con una deliciosa mantequilla de ajo y tomillo. Una combinación realmente sabrosa 🙂

Bolas de masa con espinacas, tomates secos y queso feta
(4 porciones)
450 g de harina,
aprox.1 vaso de agua tibia,
2 manojos sólidos de espinacas frescas o 1 paquete de espinacas congeladas,
4 piezas de tomates secos marinados en aceite,
4 dientes de ajo
200 g de queso feta,
2 cucharadas de aceite de oliva o aceite,
sal y pimienta,
2 cucharadas sólidas de mantequilla,
unas ramitas de tomillo fresco

Vierta la harina en la tabla de repostería, agregue una pizca de sal, una cucharada de aceite de oliva o aceite y agregue poco a poco el agua sin dejar de remover. Amasar una masa suave y elástica. Forme una bola, cubra con un paño y deje reposar durante media hora.
Durante este tiempo, lave bien las espinacas, quitando los tallos gruesos. Cortarlo bastante finamente. Si usa espinaca congelada, debe descongelarla de antemano.
En una sartén calentar una cucharada de aceite de oliva o aceite, agregar las espinacas y agregar 2 dientes de ajo exprimidos por la prensa. Cocine a fuego lento hasta que la espinaca esté tierna y el exceso de agua se evapore. Retire del fuego, agregue los tomates finamente picados y el queso feta desmenuzado. Condimente con pimienta; es poco probable que se necesite sal, porque el queso le da suficiente salinidad. Mezcla todo.
Estirar la masa espolvoreándola con harina. Recorta círculos con un vaso. Ponga una cucharadita de relleno en el centro de cada círculo y forme las albóndigas, pegando con cuidado los bordes.
En una olla grande, hierva agua con un poco de sal. Cocine las albóndigas en lotes durante unos 2 minutos desde el momento en que salgan a la superficie. Retirar con una espumadera.
Derretir la mantequilla por separado en una cacerola pequeña, agregar los 2 dientes de ajo restantes, cortados en rodajas finas, y el tomillo. Freír hasta que el ajo esté ligeramente dorado, teniendo cuidado de no cocinar demasiado la mantequilla.
Vierta las albóndigas cocidas con mantequilla de ajo y tomillo.


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